lunes, 23 de febrero de 2015

Las gaviotas blancas de Ramón Labañino Salazar

Por Adalys Ray Haynes       


<<<Ramón Labañino Salazar. (Foto/Ismael Francisco)

Estoy desmontando el archivo de audio y textos que tengo sobre el espacio radial que mantuve 10 años por la libertad de Los Cinco cubanos antiterroristas que estuvieron prisioneros en Estados Unidos.
La Emisora Provincial Radio Victoria en su revista estelar informativa Hablemos de… abría los micrófonos para mi, y en ocasiones para otras colegas,  a las 7:15 de la mañana y desde ahí compartimos con la audiencia cuanto desde este oriental territorio se hizo  por el regreso de los héroes.
René, Fernando, Antonio, Gerardo y Ramón, regresaron a casa, los dos primeros cumplieron su condena; y luego de una lucha solidaria mundial acompañada por decisiones políticas de los gobiernos cubanos y estadounidenses,  el 17 de diciembre del 2014 regresaron los tres cubanos que aún estaban detenidos con largas condenas.
Descubro que no todo es como pasar una página. Hoy desmontando el archivo me encuentro con el poemario Gaviotas Blancas, de Ramón Labañino Salazar, unos de los cubanos prisioneros que llegó a Cuba hace unos días, estaba condenado a 30 años y llevaba más de la mitad de este tiempo en la cárcel.
El libro lo publicó Ediciones Holguín en el 2006, en el contexto del II Coloquio Internacional por la liberación de Los Cinco y en contra del terrorismo, que se desarrolló en la vecina provincia.
Estoy preguntándome si Ramón recuerda estos poemas, yo ahora descubro que el texto que poseo está dedicado por su hija mayor Ailí Labañino Cardoso y dice: “Para Adalys por todo el cariño que nos ha dado cada vez que nos vemos y por tanto luchar junto a nosotros con tanta abnegación”.
Aquí estoy frente a Gaviotas Blancas, recordando que  estaba ahí como reportera cuando ocurrió el acontecimiento.
A la presentación asistieron Miguel Diaz-Canel, para entonces, primer secretario del Partido en la oriental provincia de Holguín; Sergio Corrieri, ex presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), familiares de Los Cinco,  víctimas del terrorismo y amigos de 37 países que participaron en el Coloquio.
Elizabeth Palmeiro, esposa de Ramón, agradeció el esfuerzo por la publicación de Gaviotas Blancas. Fue la primera obra de este tipo de su compañero.
Cuando regresé a Las Tunas compartí con las personas que nos escuchaban cada mañana fragmentos del texto dedicado por el escritor-héroe a sus cuatro hermanos, a sus cinco familias, al pueblo de Cuba y a todos los hombres y mujeres que luchan por un mundo mejor.
Son 33 poemas con versos rimados, la portada tiene la ilustración —El Guerrero— del artista plástico Cosme Proenza y la edición costa de 1000 ejemplares, que se agotaron en pocos días.
La dedicatoria de Ramón dice:
“Cada una de mis inspiraciones nace de la necesidad urgente e imperiosa de expresar, de descubrir un sentimiento, una pasión, una idea, incluso una soberbia. Muchas veces desperté a las tres de la mañana para esbozar una rima, un verso libre, un concepto, y solo después pude conciliar el sueño. De alguna forma ya había echado a volar aquella paloma lírica que desesperada y ansiosa revoloteaba en mi pecho, y solo entonces podía descansar en paz”.
Pidió perdón a los lectores por no entregar una poesía fina y culta, y declaró que lo escrito era una parte de su alma virgen y desnuda.
Gaviotas Blancas es el poema de la página 65, firmado el 3 de marzo de 2004 en la prisión de Beaumont en Texas, Estados Unidos. Lo comparto:
Gaviotas blancas vienen
como florecillas mensajeras
de que una verdad venidera
a la libertad me lleven
Y no es que resuenen
en el aire sus pícaras sonrisas,
es que llegaré yo a las brisas
de la libre mar de donde ellas vienen.
¡Libres ellas son,
libres ellas me tienen!
Ramón Labañino declaró que  finalmente sus gaviotas blancas echaron a volar, y yo aquí frente al texto y  mi archivo me pregunto si él recuerda estos poemas. Se lo voy a preguntar.

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