En la embajada de Venezuela en Cuba

Embajada de Venezuela en Cuba


Venezolanos, también tocados de amarillo, reclaman en Cuba el regreso de los Cinco Héroes

Como toda Cuba, la Embajada venezolana en La Habana amaneció con cintas y lazos amarillos colgados en su fachada, junto a la gigantografía del Comandante Supremo Hugo Chávez Frías que saluda sonriente a ese pueblo que lo acogió como su mejor amigo.

Es que como Chávez, que se convirtió en un activo luchador por la liberación de los Cinco Héroes cubanos, prisioneros injustamente en cárceles norteamericanas por su actividad antiterrorista, los venezolanos que estudian, trabajan o reciben servicios médicos en la Isla han adoptado la causa por la liberación como suya.

Como mismo la sede diplomática, la Quinta Avenida de Miramar, arteria donde se encuentra el inmueble, muestra su solidaridad con cintas amarillas que rodean los numerosos árboles del bulevar, mientras los autos se desplazan con lazos dorados en sus antenas y hombres y mujeres, de paso hacia sus centros laborales y estudiantiles, ostentan manillas, cintillos, franelas, telas doradas.

René González, el único de los Cinco que ha obtenido la liberación luego de cumplir su sentencia, semanas atrás pidió a sus compatriotas que durante el día de hoy, 12 de septiembre, fecha en la que se cumplen quince años del arresto abrupto y simultáneo de los Héroes, todos los compatriotas y amigos portasen esa seña, manera de explicarles al pueblo norteamericano que los cubanos esperan a sus otros hijos, Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Fernando González. La cinta amarilla es una tradicional manera de expresar que se espera por un ser querido que ha marchado a algún lugar para cumplir con su deber.

René deseó que la de este año fuese la última campaña por la liberación de sus compañeros, y la misma ha estado motivado por diversas acciones desde el pasado 5 de septiembre con muestras de amor que se extenderán hasta el próximo 6 de octubre.

Venezolanas y venezolanos, como sus hermanos de la Isla, comparten la convicción de que el castigo no solo ha sido injusto, sino desmedido. Como los cubanos, dicen “Ya basta, los queremos en casa”. (Prensa Embajada de Venezuela en Cuba)