sábado, 27 de abril de 2013

Protestas contra Yoani Sánchez en Madrid


Protestas contra Yoani Sánchez en Madrid:
el lunes se escondió y el martes tuvo que dar la cara
El acto de protesta contra la presencia en Madrid de la bloguera cubana colaboradora con el Gobierno de EEUU Yoani Sánchez no fue cubierto por la prensa. En él aprendimos de vigilancia policial, de censura mediática, de agresiones a periodistas y de violación flagrante de la libertad de prensa... en la democrática España.




Protestas contra Yoani Sánchez en Madrid: el lunes se escondió y el martes tuvo que dar la cara
Luisa Cuevas Raposo - Cubainformación.- Era martes 23 de abril, día del libro, y por ese motivo la calle Preciados de Madrid estaba más transitada de lo habitual. En la FNAC, Yoani Sánchez presentaba su libro "Wordpress, un blog para hablar al mundo". Como en algunos circos, la presentación se desarrolló en dos escenarios al mismo tiempo. Aquí la crónica de lo sucedido.
En la Fnac
El acto comenzó con una representación teatral en la que Juan Ramón Lucas y Yoani Sánchez compartían un café, que decían tener pendiente desde los tiempos en que Yoani intervenía telefónicamente en el programa de Lucas en Radio Nacional de España.
La intervención de la bloguera consistió en la repetición de sus mentiras y medias verdades sobre la realidad cubana, como el conocido cliché de que los cubanos viven con un sueldo de 20 dólares al mes.
Nada más empezar la charla se oyeron gritos en el exterior de la sala, era el cámara de Mundo Obrero Javier Couso al que no dejaban acceder al acto. Una persona del público interpeló a Sánchez y Lucas, explicando que un periodista estaba siendo expulsado por la seguridad privada de FNAC, preguntandoles si no iban a impedirlo. Lucas tiró balones fuera diciendo que más tarde se enteraría de los detalles de la expulsión y entonces podría opinar, y Yoani dijo que Javier Couso sale "a cada rato" en la televisión cubana y que le gustaría pedirle que le ceda a ella parte de ese tiempo.
Casi todas las preguntas que se le hicieron cuestionaron su discurso, de hecho sólo una fue de un fan de Yoani. Las personas que intervinieron le recordaron que Amnistía Internacional (organización que según ella le pagó su viaje a Holanda) no reconoce ningún preso de conciencia en Cuba, mientras que sí documenta violaciones de derechos humanos en el Estado Español. También se le explicó que aquí se han cerrado medios de comunicación y torturado y encarcelado a periodistas (casos Egin y Egunkaria), sin que a ella pareciera importarle lo mas mínimo.
Ante el hecho de que Yoani tiene servicio doméstico y dos casas (la propiedad de la segunda ocultada mediante un testaferro), se le preguntó si ese es el modelo de sociedad que defiende para Cuba, una sociedad formada por una minoría de patrones y una mayoría de sirvientes. Respondiendo a esto mencionó que el piso donde vive se encuentra en un edificio "de estilo yugoslavo" construido por una "micro brigada" en la que participó su marido. Fue un buen ejemplo de como construye sus mentiras basadas en medias verdades, ya que dio a entender que estas "micro brigadas" eran sólo una iniciativa de familias sin casa que se juntaban para construirlas colectivamente, obviando que el estado cubano proporcionaba los terrenos y los materiales y la gente que las forma, sigue cobrando su salario sin necesidad de acudir a su puesto de trabajo mientras dura la construcción.
Interpelada sobre si condena el bloqueo contra Cuba dijo que le parecía mal porque sirve "de excusa al régimen".
Uno de los fans de Yoani se dedicó a fotografiar a cada una de las personas que hicieron preguntas incómodas o a quienes consideraba que no serían afines a la bloguera.
El acto finalizó con enfrentamientos verbales entre el público, con gritos de "viva la revolución" y "viva Cuba, Fidel y el Che" por un lado e insultos por el otro.
A la salida, el grupo de amigos de Cuba se unió a la concentración que se desarrollaba en la calle.
En la calle
A las 20,00 h. un reducido grupo de amigas y amigos de Cuba se sitúa ante la entrada del establecimiento comercial para repartir información y mostrar el repudio a la presencia de Yoani con sus mentiras en Madrid.
Varios secretas no tan secretas, merodean por la zona. Entran en la fnac, suponemos que a sugerir que llamen a la policía, porque al rato aparece un coche con dos uniformados que hablan con un segurata de la tienda.
Aparece otro coche y finalmente los policías nos dicen que podemos seguir allí, siempre que no impidamos la entrada al establecimiento comercial.
Superado este escollo, continuamos con lo nuestro que es repartir información con la verdad sobre Yoani Sánchez, dar algunos gritos de repudio y cantarle coplillas como "La bien pagá" y "De donde viene la chica del 17", con las letras adaptadas. Mientras, el grupo se va engrosando.
Llegan dos furgonetas de antidisturbios que descienden de ellas sin cascos y se sitúan junto a la puerta de la FNAC sin intervenir.
Cada vez más gente se arremolina, bien para interesarse por el personaje (pues a pesar de lo que ella crea, la mayoría de la gente no ha oído nombrarla en su vida), o bien para mostrar rechazo a su presencia. Bueno, algún gusano también pasó por allí diciendo aquello tan clásico de que nos vayamos a Cuba con Fidel.
En un momento dado el equipo de Mundo Obrero formado por el cámara Javier Couso y la reportera Heidi Sánchez, que se encontraba en la sala grabando para Mundo Obrero, al enterarse de que fuera había carteles y gente protestando, salió a grabar a la calle. Antes de salir le dijeron a los guardias jurados que salían a hacer recursos de la calle y volvían a entrar, y que habían dejado a una persona guardando el sitio para la cámara; les dijeron que ok.
A la vuelta había una señora al lado de ellos y un jurado les dice que los organizadores han dicho que ese equipo no entra. Al preguntar la razón, les dicen que esas son las órdenes y no hay más explicaciones. Al estar grabando, le dicen a Javier que apague la cámara, intentando dar un manotazo a la misma, él la cubre intentando proteger el equipo y es empujado.
Javier grita si esta es la libertad de expresión que propugnan, momento en que el vigilante empieza a darle golpes y empujones y lo va sacando, mientras lo golpea, hasta la puerta donde arrecian los golpes. Sorpresivamente, es "salvado" por dos jóvenes policías nacionales que se interponen, paran los golpes y obligan al vigilante a entrar de nuevo en la FNAC.
A pesar de esta prepotencia de la FNAC con sus perros guardianes en actitud provocadora todo el tiempo, la concentración se llevó a cabo con total normalidad.
Al acabar el acto, cuando salió el público que se encontraba dentro, que era mayoritariamente contrario a Yoani y favorable a Cuba y su Revolución, se continuó durante unos minutos gritando contra la presencia de la gusanera en Madrid, y con gritos a favor de Fidel, el Ché y el digno pueblo cubano.
Patético fue el papel jugado por el acompañante de Yoani en el acto, Juan Ramón Lucas, despedido de RNE sin darle tiempo ni a pestañear y que, jugando el papel de la voz de su amo, se presta a este juego con la extrema derecha española (que promociona y financia a Yoani, aunque no solo), y cubana.


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