martes, 21 de febrero de 2012

La Confronta - Antonio Guerrero se comunica



 

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LA CONFRONTA
18 de Febrero de 2012 
Queridos amigos:
Una vez mas "me coge la confronta" para responder las líneas que todos me envían, con mucha solidaridad y amor, por diferentes vías.
Bueno, quizás dirán algunos amigos del mundo (no creo los de Cuba), que es eso de "la confronta"?.
Simplemente, es otro dicharacho, pienso que es endémico de nuestra isla.
En este caso lo que quise decir es que: Una vez mas demoro en responder a muchos mensajes, y me veo obligado hacerlo con unas líneas para todo.
Pero, no quiero dejarlos con la curiosidad, a los que no sepan la "definición cubana" de "la confronta" ( en el diccionario no existe la palabra como tal, si el verbo confrontar, que solo roza con lo que los cubanos llamamos "la confronta")

No se desde que memorables tiempos existió en nuestra patria este "termino", como tampoco conozco que dio origen al mismo. Quizás Ciro Bianchi pueda explicarlo, con su genialidad y profundidad acostumbrada, o a lo mejor ya lo hizo en alguna ocasión.
Así le llamaban o llaman al horario nocturno en que los ómnibus del transporte público (las guaguas, para ser más claro) ya no circulaban con la regularidad del día, sino cada una hora (si acaso).
Es decir, cuando "te cogía la confronta" tenias dos opciones: una irte caminando, aunque a veces era demasiado lejos para hacerlo; la otra, prender un cigarro o echar un pestañazo esperando, pacientemente, a que viniera otra vez la ruta que esperabas (dichosos aquellos que podían acaracolarse con su pareja y no tan dichosos los borrachos a los que se les iban todas las guaguas). Como soluciones adicionales (si tenias los recursos y mucha suerte) podías coger un taxi o engancharte en otra guagua que te "acercara" unos cuantos kilómetros a tu destino.

Aclaro que hablo de las décadas de los 70 y los 80, que fue en las que viví en carne propia la confronta, la cual no pocas veces "me cogió", después de dejar a la novia en su casa del Vedado, para luego tener yo que ir hasta Víbora Park, distancia que no era fácil vencer, pero que al final de cuentas, con la tranquilidad más grande del mundo, se vencía y por fin la parada de destino y uno ya se veía caminando, a plena media noche, por las queridas calles de su barrio (ojala y no se le olvidaron las llaves de la casa).

Bueno, hasta aquí llego hoy.
Ah, mi madre me ha comentado sobre las tantas llamadas llenas de cariño que han recibido nuestros familiares tras ver el excelente trabajo que hicieron Arleen, Angélica y todo el colectivo de la radio y la televisión cubana que trabajo con ellas.
Veremos que nos regalan este domingo.
Todo marcha bien por acá, entre magisterio y arte.
Sus líneas son siempre de un aliento inmenso.
Nunca los olvido.

Cinco abrazos.
¡Venceremos!
Antonio Guerrero Rodriguez
FCI Marianna
18 de febrero de 2012

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